martes, 7 de junio de 2011

Pero qué sabré yo…!!!!

Tuenti, Facebook, Twitter…. Las redes sociales representan hoy en día una parte esencial en la vida de millones de personas. Pasamos horas frente al ordenador inmersos en ese mundo de relaciones cibernéticas, de exhibición de los  momentos que pasamos con nuestras familias y amigos, de comentarios en tablones y fotos, de eventos aceptados y peticiones ignoradas…. Pero ¿Dónde está el límite? ¿Las redes sociales solo tienen un fin…social? Son preguntas que debemos tener en cuenta.

En mi caso, la red social que prefiero es Tuenti, pero no la calificaría como “herramienta académica”, ya que mi uso de ella se centra más en lo social. Si bien es cierto que en lo que se refiere a contactar con compañeros de clase para trabajos y prácticas es muy útil y económico, pero no más allá de ello. Desde el punto de vista académico utilizo el ya tradicional tablón de docencia, algunos portales de leyes (noticias jurídicas), y las páginas especializadas en departamentos concretos (webcim o swad).

Recientemente he podido comprobar otros campos de actuación de las herramientas de Internet, como es el caso de su uso académico. Para ser sincera me mostraba reticente al inicio, supongo que por el hecho de la “imposición voluntaria” que percibí cuando al comenzar una asignatura me vi obligada a crearme cuentas en diferentes redes sociales de las que, en algunos casos, ya había sido usuaria y me había eliminado. El hecho de tener que “vigilar” mis cuentas me hace sentir cual niñera que cuida de los hijos de otro, que debes hacerlo bien pero que, a veces, solo piensas en la recompensa de hacerlo.

Aunque no son todo malas experiencia, hay que saber sacarle el lado positivo  a los acontecimientos que se te presentan, en este caso usar las redes sociales (más concretamente Facebook) para gestionar todo lo concerniente a  una asignatura me ha permitido tener actualizado el diferente temario y poder interactuar tanto con profesor como con alumnos, los cuales por cierto en algunas ocasiones hacen alarde de su agilidad buscando noticias y bombardean el tablón con millones de entradas que solo leen ellos.

También he podido estar bien informada sobre los distintos criterios de evaluación de la asignatura así como las tareas que era necesario realizar y como realizarlas. Es un alivio no tener que preguntarte constantemente qué hacer, cómo, cuándo y de qué manera. Claro que tener que meterte en la piel de un “bloguero” y realizar artículos no es plato de buen gusto para todo el mundo…más cuando ves cómo te miran imperturbables  los apuntes de las otras asignaturas en el escritorio, que no son pocas…

No hay que centrarse solo en el uso de Facebook, hay multitud de herramientas que se pueden utilizar académicamente. No hablo únicamente de Google y Wikipedia…ni del Rincón del Vago, si no de herramientas tales como Delicius o los Blogs especializados…claro que hay que saber utilizarlas. Entonces ¿dónde está el problema? La respuesta es sencilla…en el tiempo. No tenemos tiempo, o no queremos tenerlo, en pararnos a realizar actividades y en buscar herramientas o respuestas. Queremos actividades más prácticas, ejercicios específicos, preguntas concretas… queremos facilidades al fin y al cabo. Esforzarse, en ocasiones, no entra dentro de nuestro vocabulario.

Sinceramente no sé si estoy en posición de sugerir mejoras futuras en este tema. Pero mi más sincera opinión es que no me gusta que me impongan el uso de las redes, y el mero hecho de hacerlo hace que asocie su utilización a algo “negativo”, aunque no es mala idea porque posee muchos aspectos positivos, como anteriormente he expuesto. En esencia, la experiencia que saco de esta aventura no la calificaría como positiva, más como “interesante” , o “forzosa”, pero…qué sabré yo!!!

¿Por qué utilizar un formato de las NIIF para las Pymes?

Las empresas en el desarrollo de su actividad deben proporcionar y garantizar unos estados financieros transparentes y comúnmente desarrollados para poder ser comparados y analizados. Esta es la premisa sobre la que se asienta la idea de crear unas NIIF, y más concretamente, unas NIIF adaptadas a aquellas empresas que se definen dentro de las conocidas PYME.

El 9 de Julio de 2009 es la fecha de publicación de las NIIF para las PYMES, desarrolladas por el IASB. Su creación es la respuesta a la demanda internacional de los países desarrollados y en vías de desarrollo con el objetivo de crear un conjunto de normas contables comunes para todo el conjunto de las PYMES.


Las NIIF para PYMES están redactadas de una manera clara, en un lenguaje fácilmente traducido y menos complejo en comparación con las NIIF completas. Son independientes de estas últimas y proporcionarán una base para el crecimiento de aquellas empresas que se preparan para entrar en los mercados de capital público.

¿Por qué para las PYMES? Las PYMES son la principal forma de creación de unas empresa en la mayoría de los países, “desde las economías más grandes hasta las más pequeñas, más del 99% de las compañías tienen menos de 50 empleados Solo en la Unión Europea existen 21 millones de PYMES y los Estados Unidos 20 millones”. 

Para saber, desde el punto de vista de esta norma adaptada, que es una PYME es necesario conocer la “obligación pública de rendir cuentas”. Es decir, si la empresa posee valores emitidos a bolsa y/o se trata de una empresa financiera, deberás utilizar las NIIF completas. Por tanto, aquellas compañías que redacten sus Estados Financieros en base a las NIIF para PYMES, lo harán a título informativo para los diferentes usuarios de la información.


Las ventajas de utilizar esta norma, entre otras, residen en el hecho de permitir una mejor comparabilidad para los usuarios de la contabilidad, reducir los costes derivados de usar normas sobre una base nacional y aumentan la confianza que se tiene en la contabilidad de una pequeña y media empresa.

Por su parte, los inconvenientes o hechos a tener en cuenta son que omite la presentación de información sobre la información financiera por segmentos y la intermedia, la utilidad por acción, y los activos mantenidos para la venta y que no permite la reevaluación de las propiedades, planta y equipos, la capitalización de los costos por préstamos y capitalizar los costos incurridos en la fase de desarrollo de activos intangibles.

El hecho de utilizarlas supone una reducción de, aproximadamente, un 90%  los requerimientos contables en relación a los exigidos por las NIIF completas, mediante la eliminación y la simplificación de algunos asuntos y principios de presentación que carecen de importancia desde el punto de vista de las pequeñas y medias empresas.

En resumen, como consecuencia de la creciente importancia que las pequeñas y medianas empresas representan en la economía de los países, financiera, convirtiéndola en información general del sector a todos ya sean en desarrollo o desarrollados, se espera que esta norma contable contribuya en gran medida a la claridad y calidad de su información los niveles.

Facebook y las Empresas.

“El 12% de las empresas utiliza Facebook para vender, el 72% lo hace por imagen de marca, el 47% declara que participan en esta red social para fidelizar clientes y el mismo porcentaje lo hace para buscar nuevos contactos”. Estas son algunas de las conclusiones de un estudio realizado que lleva por título “Uso de Facebook por parte de las empresas españolas”.
Arroja mucha luz sobre cómo es el uso que hoy día se le da a una herramienta del siglo XXI.

Datos del estudio señalan que “Electrónica, viajes y media son los sectores con una presencia más destacada en Facebook, seguidos por alimentación y bazar, hogar, ropa, ocio y motor”. Las CCAA con más presencia en Facebook son, Madrid, Cataluña, Andalucía, Valencia y Murcia. A nivel mundial, la siguiente imagen nos muestra una idea gráfica del uso de facebook:




¿Es recomendable usar Facebook si eres una empresa?, ¿Qué debes tener en cuenta?, ¿A qué público te vas a dirigir?, ¿Qué publicidad vas a realizar?..., son probablemente muchas de las preguntas que se hacen los empresarios que planean utilizar este sistema como medio de difusión. Se enfrentan al mundo virtual sin poseer los conocimientos necesarios para hacer de Facebook una “arma” empresarial. Hay mucho terreno por recorrer y son muchas las empresas que no saben o no se esfuerzan por mantener una buena “relación cibernética” con sus clientes y posibles consumidores. En la gran mayoría de los casos, las empresas no tienen actualizada su página de Facebook o poseen tan pocos seguidores que son casi invisibles. En otros casos, las empresas sencillamente apuestan por medios de difusión más tradicionales dejando de lado las redes sociales.

¿Dónde está el fallo? Algunas opiniones destacan el hecho de no tener claro cuál es el objetivo de crear una página en Facebook. Lo que parece ser más recomendable es encaminarla a algo concreto, como es: el reclutamiento, para encontrar clientes y/o socios, para saber que ocurre en el sector, y como medio para hace publicidad. Esta última es, sin duda, la más utilizada por parte de las organizaciones donde difunden información sobre los productos y/o servicios que la empresa posee y ofrece.

También hay que tener muy en cuenta al público objetivo. Esta herramienta nos muestra multitudes formas de segmentación. Un ejemplo de ello es la posibilidad de dirigirte solo al público joven (de entre 20 y 35) puesto que es el principal usuario de este tipo de red, que, además, posee un conocimiento avanzado en el uso de Facebook y que, probablemente, actuara como canalizador de la difusión recomendando la página a sus amigos. Si, por el contrario tu público es más maduro, puedes moldear la página adaptándola a sus necesidades para sacarle el mayor partido posible.

Una vez que una empresa da el salto y se perfila en Facebook, hay una serie de errores comunes en los que no debe caer. No hay que ser insistentes con las peticiones de amistad, puesto que la reiteración de la invitación lo único que consigue es el disgusto por parte del usuario al que va encaminada. No etiquetar a las personas que te agregaron en aquellas fotos en las que no aparecen para obligarlos a que las vean. Y no enviar mensajes privados con información de la empresa.


La página de Facebook ha de actuar como un sitio web, pero que ofrece muchas más alternativas, como la posibilidad de interactuar con los clientes, de manera que se abre una puerta al dialogo en el que se puede saber de primera mano sus opiniones e ideas. De esta forma puedes crear lazos más fuertes que con otros medios, dando una imagen de cercanía y confianza.





En resumen, a título personal, creo que el futuro publicitario reside en el poder de las redes sociales, hay que ser valientes y no cerrar la puerta a la interacción que ofrece Facebook, que se ha colocado a la vanguardia en materia de publicidad online.