martes, 7 de junio de 2011

Facebook y las Empresas.

“El 12% de las empresas utiliza Facebook para vender, el 72% lo hace por imagen de marca, el 47% declara que participan en esta red social para fidelizar clientes y el mismo porcentaje lo hace para buscar nuevos contactos”. Estas son algunas de las conclusiones de un estudio realizado que lleva por título “Uso de Facebook por parte de las empresas españolas”.
Arroja mucha luz sobre cómo es el uso que hoy día se le da a una herramienta del siglo XXI.

Datos del estudio señalan que “Electrónica, viajes y media son los sectores con una presencia más destacada en Facebook, seguidos por alimentación y bazar, hogar, ropa, ocio y motor”. Las CCAA con más presencia en Facebook son, Madrid, Cataluña, Andalucía, Valencia y Murcia. A nivel mundial, la siguiente imagen nos muestra una idea gráfica del uso de facebook:




¿Es recomendable usar Facebook si eres una empresa?, ¿Qué debes tener en cuenta?, ¿A qué público te vas a dirigir?, ¿Qué publicidad vas a realizar?..., son probablemente muchas de las preguntas que se hacen los empresarios que planean utilizar este sistema como medio de difusión. Se enfrentan al mundo virtual sin poseer los conocimientos necesarios para hacer de Facebook una “arma” empresarial. Hay mucho terreno por recorrer y son muchas las empresas que no saben o no se esfuerzan por mantener una buena “relación cibernética” con sus clientes y posibles consumidores. En la gran mayoría de los casos, las empresas no tienen actualizada su página de Facebook o poseen tan pocos seguidores que son casi invisibles. En otros casos, las empresas sencillamente apuestan por medios de difusión más tradicionales dejando de lado las redes sociales.

¿Dónde está el fallo? Algunas opiniones destacan el hecho de no tener claro cuál es el objetivo de crear una página en Facebook. Lo que parece ser más recomendable es encaminarla a algo concreto, como es: el reclutamiento, para encontrar clientes y/o socios, para saber que ocurre en el sector, y como medio para hace publicidad. Esta última es, sin duda, la más utilizada por parte de las organizaciones donde difunden información sobre los productos y/o servicios que la empresa posee y ofrece.

También hay que tener muy en cuenta al público objetivo. Esta herramienta nos muestra multitudes formas de segmentación. Un ejemplo de ello es la posibilidad de dirigirte solo al público joven (de entre 20 y 35) puesto que es el principal usuario de este tipo de red, que, además, posee un conocimiento avanzado en el uso de Facebook y que, probablemente, actuara como canalizador de la difusión recomendando la página a sus amigos. Si, por el contrario tu público es más maduro, puedes moldear la página adaptándola a sus necesidades para sacarle el mayor partido posible.

Una vez que una empresa da el salto y se perfila en Facebook, hay una serie de errores comunes en los que no debe caer. No hay que ser insistentes con las peticiones de amistad, puesto que la reiteración de la invitación lo único que consigue es el disgusto por parte del usuario al que va encaminada. No etiquetar a las personas que te agregaron en aquellas fotos en las que no aparecen para obligarlos a que las vean. Y no enviar mensajes privados con información de la empresa.


La página de Facebook ha de actuar como un sitio web, pero que ofrece muchas más alternativas, como la posibilidad de interactuar con los clientes, de manera que se abre una puerta al dialogo en el que se puede saber de primera mano sus opiniones e ideas. De esta forma puedes crear lazos más fuertes que con otros medios, dando una imagen de cercanía y confianza.





En resumen, a título personal, creo que el futuro publicitario reside en el poder de las redes sociales, hay que ser valientes y no cerrar la puerta a la interacción que ofrece Facebook, que se ha colocado a la vanguardia en materia de publicidad online.



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